¡¡Capítulo 14!!

Buenaaaas tributillos!! Por fin os traigo el capitulo 14!! ¡Que ya iba siendo hora ¿no?! jajaja. Bueno haber que os parece, ya que espero que os guste tanto como a mi escribirlo ^^. Y como siempre COMENTAD que os pareció porque me ayuda mucho a seguir y aportar más ideas *_*.
Y no os entretengo más jeje. Aquí os lo dejo, espero que os guste muuucho:

Capítulo 14

Frío, oscuro, sin vida.

Tan sólo se puede oír como el aire choca contra las hojas de los árboles.

Un laberinto sin salida en el que todo rastro de luz ha desaparecido por completo.

El canto de sinsajos se ha ido desvaneciendo poco a poco trayendo con él sonidos extraños. Un fuerte olor a moho se adentra por mis fosas nasales. Siento como si todo fuera a caer sobre mí. No veo absolutamente nada todo parece … borroso. Como si oscuras formas se movieran a mi alrededor.

¡¡GALE!!- grito con todas mis fuerzas hasta que acabo sin voz.

 La palabra choca contra los gigantes pinos haciendo que cree un tenebroso eco.

Busco en mi bolsillo la pequeña nota dorada. Me tiemplan los dedos al cogerla. Respiro hondo, y la vuelvo a releer dando tiempo a cada palabra.

El reto comienza aquí…

¿Un reto? ¿Cómo que un reto? Siento nauseas y me estoy empezando a marear. Apoyo mi peso en un gigantesco árbol que hay en mi derecha. Su tacto es muy rugoso. Tardo unos segundos en coger aire y asimilar la situación. Estoy perdida en un inmenso y oscuro bosque.

Es como si todas las oscuras sensaciones de estos días hubieran recobrado vida en la realidad. Todo nublado ante el rayo de esperanza. Sólo hay una palabra para ambas... perdida.

¡¡GALE!! ¡¡GALE!!-gritó intentando conseguir alguna respuesta. Sin éxito. Me figuro que habrá salido enseguida en cuanto me dejó… él seguro que se sabrá el camino de salida. No puedo evitar sentir como la rabia se apodera de mí en estos momentos. Yo no pensaba que entrenar, iba a ser así, si lo hubiera sabido… en estos momentos estaría pendiente mi hermana, que dio la vida por mí, ayudando a mi madre e incluso ordeñando a Lady… si lo hubiera sabido, un rotundo no hubiera salido de mi boca.

Muevo la cabeza intentando olvidar e ir hacia delante.

Decido seguir por una  cuesta que hay delante de mí. Mis movimientos son lentos e intento mirar al suelo en todo momento. Pero antes de coronar la cumbre, mi pie falla y acabo en el suelo. Me levanto rápidamente mientras maldigo entre dientes.

Estoy demasiado cansada, mis piernas están comenzando a desfallecer y noto como el cuerpo me pide agua. Debo de llevar andando como unos 20 minutos. La cabeza me da vueltas y estoy empezando a desesperarme.

He llegado a una zona de explanada con grandes árboles en flor. Ahora el oscuro bosque ha desaparecido por completo, pero todavía no se puede apreciar todo con total claridad.

Entre hoja y hoja se puede observar unos claros. El sol entra haciendo que forme un caloroso y maravilloso paisaje. El viento ya ha cesado y todo está en profunda calma. De vez en cuando se puede apreciar algunas melodías de pájaros que buscan un lugar entre las ramas de los árboles donde cobijarse.

Doy unos pasos hacia delante y diviso algo parecido a una entrada. Lo tapa una gigantesca rama adornada con pequeñas flores de diferentes colores que llaman mi atención. Hago caso a mi instinto…Cuento hasta tres y decido tomar el siguiente camino.

Al apartar la rama aparece algo parecido a un túnel natural. Lo forman altos pinos y pequeñas plantas trepadoras que se alargan a lo largo de todo el paseo. Pero de repente algo me llama la atención, agudizo todos mis sentidos en una dirección. A lo lejos se puede ver como el frondoso túnel acaba en luz. Un claro donde brilla el sol.  Todo mi pánico y esfuerzo se sustituye rápidamente por euforia. ¡He llegado a la salida! Corro hacia ella todo lo deprisa que puedo. No puedo evitar soltar un gritito de la emoción. Las piernas me fallan pero la alegría es mayor. Poco a poco llego al final… pero algo me para el seco. Puedo ver como una figura robusta y con tonos de piel dorado se encuentra en la salida.

Su cuerpo está apoyado en el que parece ser el último árbol. Sus ojos grises de la Veta me miran sin cesar a la vez que dibuja una perfecta sonrisa.

-¿Ves? A pesar de ser difícil has logrado sobrevivir.